Buenos días camaradas, bienvenidos y bienvenidas a este histórico lugar para la Zona Sur, en que hoy nos reencontramos los democratacristianos progresistas, progresistas sin distinciones mayores, sólo progresistas.
Nuestra acción política se ha basado siempre en el quehacer colectivo, entendiendo que estas acciones constituyen la vértebra de nuestro pensamiento, la que nos imprime energía en el actuar, decir lo que pensamos y hacer lo que decimos.
El pensar siempre tiene un objetivo, el de hoy es:
¿Qué Chile queremos?, es el que soñamos y por el cual luchamos?
¿Continuaremos discurseando acerca del poder, o seremos actores del nuevo cambio del poder?, estamos preparados para ello?
¿Hoy, nuestra acción política es cercana a las personas?
¿Seremos capaces de asumir nuevos liderazgos con mirada futura?
¿La relación entre el país y sus jóvenes, el mundo del trabajo y sus trabajadores y trabajadoras, el poder local y las organizaciones sociales, es la forma correcta de participación y decisión cotidianas que esperamos? Nos hemos acercado mínimamente a la igualdad entre los géneros? estos y otros temas nos plantean conflictos.
También y directamente relacionado con lo anterior nos preocupa la suerte de nuestro partido y cómo establece las relaciones en estos ámbitos: género, jóvenes, cultura, medioambiente, etc.
Nos preocupa y nos ocupa porque la democracia cristiana es el instrumento que elegimos para realizar las transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales que nuestra patria nos demanda.
Esperamos que todos y todas quienes nos encontramos hoy aquí, contribuyamos a recrear un pensamiento, una acción política y una voz común. Esperamos también, aunar voluntades y emprender un camino que nos ayude a volver a nuestras raíces, esas que nos impulsaron a trabajar en tiempos pasados, más duros, pero más claros y que nos llevaron a ser un partido político con arraigo popular, capaz de atraer a vastos sectores de la ciudadanía. A ser interlocutor y conductor válido junto a nuestros aliados de la concertación no sólo, por los votos que nos dispensaba la población, sino que por ser un partido con propuestas progresistas, innovadoras, audaces y cercanas a la gente, cuyo fin era solamente el bien común, en la búsqueda constante de mejorar las condiciones de vida de nuestra sociedad.
Por otra parte, queremos agradecer vuestra presencia, por el agrado que nos provoca ver rostros conocidos, tan queridos, con quienes compartimos tantas luchas, riesgos, anécdotas y desafíos, en tiempos más mozos por supuesto, pero que hoy en otros tiempos también mozos continuamos en la tarea de construir un Chile mejor.
En esta hora, no buscamos elaborar una fórmula mágica que solucione problemas, sino que volver a caminar juntos con la confianza de que seguimos con los mismos sueños de un país mejor y que día a día cada uno de nosotros realiza lo imposible para lograrlo.
A ustedes, nuestros amigos y amigas, personas que compartimos una historia común, democratacristianos progresistas con esa única etiqueta, queremos invitarlos a repensar el partido para volver a ser un real aporte a nuestra sociedad, sobretodo en aquellos temas en que aún no tenemos opinión y que muchos de los ciudadanos y ciudadanas de las diferentes realidades que nos conforman como país esperan de la DC.
No queremos aparecer como inmaculados, nos distinguimos por tener las manos limpias, la frente en alto y sosteniendo hoy más que nunca la validez de nuestra ideología, el humanismo cristiano, que tiene como meta una sociedad mejor, más justa con aquellos que menos tienen y menos saben.
GRACIAS
El pensar siempre tiene un objetivo, el de hoy es:
¿Qué Chile queremos?, es el que soñamos y por el cual luchamos?
¿Continuaremos discurseando acerca del poder, o seremos actores del nuevo cambio del poder?, estamos preparados para ello?
¿Hoy, nuestra acción política es cercana a las personas?
¿Seremos capaces de asumir nuevos liderazgos con mirada futura?
¿La relación entre el país y sus jóvenes, el mundo del trabajo y sus trabajadores y trabajadoras, el poder local y las organizaciones sociales, es la forma correcta de participación y decisión cotidianas que esperamos? Nos hemos acercado mínimamente a la igualdad entre los géneros? estos y otros temas nos plantean conflictos.
También y directamente relacionado con lo anterior nos preocupa la suerte de nuestro partido y cómo establece las relaciones en estos ámbitos: género, jóvenes, cultura, medioambiente, etc.
Nos preocupa y nos ocupa porque la democracia cristiana es el instrumento que elegimos para realizar las transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales que nuestra patria nos demanda.
Esperamos que todos y todas quienes nos encontramos hoy aquí, contribuyamos a recrear un pensamiento, una acción política y una voz común. Esperamos también, aunar voluntades y emprender un camino que nos ayude a volver a nuestras raíces, esas que nos impulsaron a trabajar en tiempos pasados, más duros, pero más claros y que nos llevaron a ser un partido político con arraigo popular, capaz de atraer a vastos sectores de la ciudadanía. A ser interlocutor y conductor válido junto a nuestros aliados de la concertación no sólo, por los votos que nos dispensaba la población, sino que por ser un partido con propuestas progresistas, innovadoras, audaces y cercanas a la gente, cuyo fin era solamente el bien común, en la búsqueda constante de mejorar las condiciones de vida de nuestra sociedad.
Por otra parte, queremos agradecer vuestra presencia, por el agrado que nos provoca ver rostros conocidos, tan queridos, con quienes compartimos tantas luchas, riesgos, anécdotas y desafíos, en tiempos más mozos por supuesto, pero que hoy en otros tiempos también mozos continuamos en la tarea de construir un Chile mejor.
En esta hora, no buscamos elaborar una fórmula mágica que solucione problemas, sino que volver a caminar juntos con la confianza de que seguimos con los mismos sueños de un país mejor y que día a día cada uno de nosotros realiza lo imposible para lograrlo.
A ustedes, nuestros amigos y amigas, personas que compartimos una historia común, democratacristianos progresistas con esa única etiqueta, queremos invitarlos a repensar el partido para volver a ser un real aporte a nuestra sociedad, sobretodo en aquellos temas en que aún no tenemos opinión y que muchos de los ciudadanos y ciudadanas de las diferentes realidades que nos conforman como país esperan de la DC.
No queremos aparecer como inmaculados, nos distinguimos por tener las manos limpias, la frente en alto y sosteniendo hoy más que nunca la validez de nuestra ideología, el humanismo cristiano, que tiene como meta una sociedad mejor, más justa con aquellos que menos tienen y menos saben.
GRACIAS
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