Monday, January 30, 2006

Discurso Inaugural Sábado 21-01-06


Buenos días camaradas, bienvenidos y bienvenidas a este histórico lugar para la Zona Sur, en que hoy nos reencontramos los democratacristianos progresistas, progresistas sin distinciones mayores, sólo progresistas.
Nuestra acción política se ha basado siempre en el quehacer colectivo, entendiendo que estas acciones constituyen la vértebra de nuestro pensamiento, la que nos imprime energía en el actuar, decir lo que pensamos y hacer lo que decimos.

El pensar siempre tiene un objetivo, el de hoy es:
¿Qué Chile queremos?, es el que soñamos y por el cual luchamos?

¿Continuaremos discurseando acerca del poder, o seremos actores del nuevo cambio del poder?, estamos preparados para ello?

¿Hoy, nuestra acción política es cercana a las personas?

¿Seremos capaces de asumir nuevos liderazgos con mirada futura?

¿La relación entre el país y sus jóvenes, el mundo del trabajo y sus trabajadores y trabajadoras, el poder local y las organizaciones sociales, es la forma correcta de participación y decisión cotidianas que esperamos? Nos hemos acercado mínimamente a la igualdad entre los géneros? estos y otros temas nos plantean conflictos.

También y directamente relacionado con lo anterior nos preocupa la suerte de nuestro partido y cómo establece las relaciones en estos ámbitos: género, jóvenes, cultura, medioambiente, etc.

Nos preocupa y nos ocupa porque la democracia cristiana es el instrumento que elegimos para realizar las transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales que nuestra patria nos demanda.

Esperamos que todos y todas quienes nos encontramos hoy aquí, contribuyamos a recrear un pensamiento, una acción política y una voz común. Esperamos también, aunar voluntades y emprender un camino que nos ayude a volver a nuestras raíces, esas que nos impulsaron a trabajar en tiempos pasados, más duros, pero más claros y que nos llevaron a ser un partido político con arraigo popular, capaz de atraer a vastos sectores de la ciudadanía. A ser interlocutor y conductor válido junto a nuestros aliados de la concertación no sólo, por los votos que nos dispensaba la población, sino que por ser un partido con propuestas progresistas, innovadoras, audaces y cercanas a la gente, cuyo fin era solamente el bien común, en la búsqueda constante de mejorar las condiciones de vida de nuestra sociedad.

Por otra parte, queremos agradecer vuestra presencia, por el agrado que nos provoca ver rostros conocidos, tan queridos, con quienes compartimos tantas luchas, riesgos, anécdotas y desafíos, en tiempos más mozos por supuesto, pero que hoy en otros tiempos también mozos continuamos en la tarea de construir un Chile mejor.

En esta hora, no buscamos elaborar una fórmula mágica que solucione problemas, sino que volver a caminar juntos con la confianza de que seguimos con los mismos sueños de un país mejor y que día a día cada uno de nosotros realiza lo imposible para lograrlo.

A ustedes, nuestros amigos y amigas, personas que compartimos una historia común, democratacristianos progresistas con esa única etiqueta, queremos invitarlos a repensar el partido para volver a ser un real aporte a nuestra sociedad, sobretodo en aquellos temas en que aún no tenemos opinión y que muchos de los ciudadanos y ciudadanas de las diferentes realidades que nos conforman como país esperan de la DC.

No queremos aparecer como inmaculados, nos distinguimos por tener las manos limpias, la frente en alto y sosteniendo hoy más que nunca la validez de nuestra ideología, el humanismo cristiano, que tiene como meta una sociedad mejor, más justa con aquellos que menos tienen y menos saben.

GRACIAS

El Tiempo


Si existe una razón para que hoy no sonría de la misma forma que hace tres meses, es la triste realidad de comprender al fin que ese fatídico dicho popular de que “nada es para siempre” es tan cierto, tan real… que encuentra su sustento histórico personal, en relatos humanos de rupturas inexplicables… que solo se basan en desgaste de los argumentos que tiene en una relación el paso del tiempo. Querámoslo o no, todos los días, llega la noche… y después de una larga noche… empieza un nuevo día. Muchos de ustedes, mis obligados lectores, pertenecemos a una corriente ideológica similar… tenemos una visión de lo social parecida. Y compartimos, entre muchas cosas, el orgullo de ser Demócratas Cristianos. Pero, existe un sentimiento imposible de borrar en los corazones y convicciones de muchos de nuestros queridos camaradas… se acaba el tiempo de la DC. El final de nuestros días, el final de la cultura humanista cristiana se acerca… y no por el desgaste de la ideología… si no por el abuso de denominación. Por la falta de conciencia… por la libertad… profana… de citar su nombre en cualquier situación, por no cuidar el real sentido de un movimiento… que vas más allá de una doctrina partidaria… si no que va en la forma en que enfrentamos nuestro día. Personalmente, cuando escucho, a mis muy queridos y queridas camaradas… hablar del dolor y la pena que les provoca ver la decadencia de nuestro partido, siento como que si todos los argumentos que utilice en su momento, para justificarle a mi familia que me unía a un partido político… en verdad, no eran más que fantasías creadas por la mente un poco inestable de un cabro chico de 18 años recién entrado a la universidad. Hable de compromiso social… enuncie la Revolución en libertad [frase que me encanta] grite acerca del perfil del político humanista cristiano…defendí lo indefendible… en ese momento comprendí que ya empezaba a parecer un político actual… pero lo más importante… hable de mis ambiciones políticas… de mis sueños personales… porque debo asumir… que mi YOYISMO… es un factor determinante en mi vida. Esas ambiciones… recuerdo que hablaba de un sistema más equitativo y democrático… de una iglesia más abierta a los temas de importancia… de una visión contemporánea racional de las temáticas y problemáticas de los seres tan iguales o distintos a mí. De las metas borradas de las mentes de mis amigos… de las frustraciones. De los lamentos. De los futuros triunfos.Camarada. Usted quizás ni sabe quien soy… no tengo un cargo… no tengo un nombre principesco… no tengo un padrino muy famoso… es más… ningún candidato recuerda mi nombre… pero lo que me llama a escribir esto, no es una disposición política… es una convicción… es un deseo… es mi segundo llamado. Nunca, jamás, he aprobado la deserción… no la comparto… prefiero morir en batalla, que vivir con la vergüenza de la retirada. Yo, no dejare, que las ideas de mi demencial alma… sean más que ruidos en el aire… que mis palabras… sean más que susurros en la actualidad. Que lo que quiero… se pierda y escriba en un libro… que lo que me mueve… se muera y sea yo testigo de su entierro… prefiero morir en ella… antes que ser otro deudo con flores y ropa oscura.Es usted camarada… el o la militante común… ese o esa que en sus años de Juventud revolucionaba su tiempo… es usted camarada… que hoy enciende la poca luminosa flama de la Juventud Demócrata Cristiana… el o la camarada que esta en las reuniones comunales… que se pregunta día a día… ¿Por qué soy Demócrata Cristiano? ¿Por qué tanto orgullo de mi ideología marciana? Ese o esa camarada… es la ultima esperanza de que esto no termine… despierte… muévase… grite. Nos están matando el partido… están acabando con nuestra lucha… con lo que siempre hemos cuidado… nos están quemando el orgullo… fusilando lo que defendemos… y usted aun sentada o sentado en su casa… criticando… ¿criticando?... no hará nada mi comandante… si no sale de su trinchera… no servirá de nada su critica si no abandona su comodidad… su asiento reservado en el entierro. ¿Qué espera?... ¿Espera llorar… Espera decir… Ya no se puede hacer nada?.... HOY SE PUEDE HACER MUCHO… hoy tenemos que hacer todo de nuevo… hoy ya no tenemos nada… hoy somos los nuevos arquitectos de nuestra ideología… debemos levantarnos desde lo más profundo… para superar el cielo… para llegar más allá… en donde los egos personales y las deudas políticas que manchan nuestra DC… son más que un mal recuerdo… de un pasado que jamás volverá.Joven camarada… Militante de nuestra Juventud… es hoy cuando debes salir, es hoy cuando debes pelear… porque tu y tu gente… estén mejor… que exista al fin… de una vez y para siempre… un partido que represente a todos… no solo a la juventud admirada… si no que también a esa que no les gusta mostrar… a esa juventud que para ellos no es digna… solo porque no ocupan su tiempo en estudios… y los usan en sus trabajos… Esa política… es la que debemos reconstruir… que no se dude nunca más de nuestro compromiso… seamos VIGENTES ICONOS DE LA LIBERTAD DE NUESTRA GENTE… seamos la ventana de ayuda ante las injusticias… seamos los verdaderos impulsores… de la LUCHA POR LA JUSTICIA. Joven y querido camarada… sea usted… la mentora… el mentor… de la nueva y real Juventud Demócrata Cristiana.Usted, ya conocido camarada… entregue a las juventudes su espíritu… su temple… entregue sus metas… entregue su experiencia… sea usted el maestro de los nuevos lideres… sea usted… la piedra de formación de la nueva fuerza… nada se construye sin el conocimiento de alguien superior… sin el tiempo de alguien superior… porque es usted… quien sabe mejor que nadie… lo que podría pasar. No sea usted, victima de la inercia actual del sedentarismo ideológico… del NeoCristanismo… ese que habla de piedad y clemencia… pero quita la mirada a un indigente. No abandone hoy, lo que construyo ayer solo porque esta viendo que se esta viniendo abajo.Somos nosotros, queridos y queridas camaradas… los que construimos el futuro… molestos del presente… y extrañando la magia la pasado… Nada es para siempre, pero el tiempo es eterno… los sentimientos nunca mueren.

Suerte y cariños,

Fraternalmente.
Alejandro A. Araya
JDC San Joaquín

11/IF 26/11kme